A pesar de que vivimos en un mundo consumido por lo digital, con frecuencia recordamos que hace tan solo unos años las colecciones de discos aun se preservaban en un largo mueble de la sala, y que en las casas aun se oía el sonido del teléfono fijo. Sin embargo, esta rebelión tecnológica ha causado una secuela contra-revolucionaria en la cual el deseo de regresar a lo análogo ha revitalizado el sentido del tacto en medio de un mundo digital estéril.
Es casi inevitable que con esta reminiscencia aparezca también la nostalgia por la memoria, la construcción que va dejando el tiempo. En Memoria Alternativa, estos tres fotógrafos han explorado sus propias historias (y aquellas que pudieron haber sido) a través de los procesos antiguos de revelado fotográfico en los cuales se han especializado.