François Dolmetsch llegó a Colombia en 1962 después de un largo viaje en barco desde Inglaterra. El viaje continuó por el Valle del Cauca, tomando carreteras destapadas desde Buenaventura hasta Cali, para conocer por primera vez a la familia de su esposa. Su experiencia, muy parecida a la de Paul Gauguin en su visita a Panamá y Martinica a finales del siglo XIX, lo inspiró gracias al exótico y hermoso paisaje colombiano, un terreno que se presentaba exuberante, lleno de plantas, animales y gente hermosa.
Dolmetsch, de padre francés y madre inglesa, había comenzado a tomar fotografías en Europa, principalmente en París y Londres. Sus sujetos tan variados como su curiosidad: figuras abstractas y humanas, la vida en el metro, los mercados de pulgas, los cafés y las calles. Fotos de una cultura distinta, en la cual la fotografía tenía una larga historia y en la cual era fácil toparse con influencias creativas.
Una vez en Colombia, Dolmetsch se encontró con un panorama muy distinto y un nuevo mundo para retratar. Así, después de dos años de inmersión en esta nueva cultura, comenzó a exhibir su trabajo en el Festival Nacional de Arte. Su trabajo fue rápidamente aceptado y en poco tiempo trajo un poco de la historia de la fotografía al mundo del arte que se desarrollaba en Cali.
Con la ayuda de su cuñada y su esposa, François logró conseguir una modelo para una de sus series más emblemáticas. La modelo, quien había sido reina de belleza del Valle del Cauca, posó desnuda frente a su cámara y la serie causó un fuerte criticismo, ya que nunca se había mostrado fotografía de desnudos en Colombia. Dolmetsch no solo se había inspirado en sus antecesores norteamericanos Edward Weston o Imogen Cunningham, sino también en la belleza colombiana. Y este era solo el comienzo.
El Museo de Arte Moderno de Bogotá invitó a Dolmetsch a exhibir las fotografías de esta serie, convirtiéndolo en el primer fotógrafo en mostrar su trabajo en este espacio. Su carrera siguió en acenso, con exposiciones anuales aseguradas, mientras François continuaba desarrollando su estilo por medio de la experimentación con técnicas como la exposición múltiple o los filtros de color, para crear imágenes con un movimiento y estética, novedosas para su tiempo.
Tras investigar y retratar la figura humana con nuevos ojos, Dolmetsch decidió que era hora de viajar nuevamente por Colombia y capturar ahora la cultura del país. De manera similar a los viajes de Walker Evans durante la Administración de Seguridad Agraria (Farm Security Administration) en la década de los treinta, Dolmetsch viajó a varios lugares y fue testigo de esta nueva tierra en la cual se reflejaban religión, conversación, herencia, mezcla de culturas africanas, españolas e indígenas y una inminente guerra civil.
Pero faltaba algo. En esta tierra colorida el solo contaba con película blanco y negro. Por suerte, la fotografía a color estaba por llegar a Colombia a mediados de la década de los setenta. Mientras esto sucedía, Dolmetsch decidió capturar la esencia de estos paisajes con la técnica que había manejado años atrás, creando así una serie de paisajes hechos con desnudos y exposiciones múltiples. Pero la captura de la imagen no era suficiente, ya que como sabrán quienes se dedican a la fotografía analógica, el revelado es la mitad del proceso. Con esto en mente, François envió su material al laboratorio para ser convertido en Cibachromes (más adelante comprado por Ilford y llamadas Ilforchromes), los cuales producían colores potentes y un acabado metálico.
En 1983, la Galería Santa Fe invitó a François a exhibir este trabajo. Dos años más tarde la misma serie fue expuesta en Hamiltons Gallery en Londres, hasta que finalmente quedó olvidada en los archivos de su taller. El año pasado, mientras se hacia un inventario de la obra completa de François, Galería MÜ descubrió las impresiones originales que habían sido exhibidas hacia tantos años, y encontrándolas en perfecto estado decidió presentarlas como muestra del desarrollo de la historia de la fotografía en Colombia.
François Dolmetsch se graduó de la Universidad Kings en 1962 recibiéndose de la carrera de Historia. En 1964, fue el primer fotógrafo en Colombia en exhibir desnudos, y en 1967 fue el primer fotógrafo en tener una exposición en Museo de Arte Moderno de Bogotá. Desde entonces ha tenido exposiciones individuales en un gran número de espacios de arte incluyendo en galerías y museos en Colombia, Escocia, Los Estados Unidos, El Reino Unido, Dinamarca, México, Italia y Francia. Sus obras se encuentren en las colecciones del Museo de Arte del Banco de La República, el Museo de Arte Contemporáneo, y el Museo de Arte Moderno de Bogotá.