Balnearios, es una serie de imágenes capturadas por Gómez entre 2009 y 2011, en la cuales analiza las jerarquías sociales, los aspectos comunales y no comunales, y el simple deseo de relajarse por medio del baño, a través de imágenes de balnearios y piscinas ubicados en distintas partes del centro de Colombia. Gómez es minucioso e investiga alrededores, gente, trajes de baño, flora, interacciones sociales, decoraciones, motores, flotadores y otros aspectos que giran en torno a estos escenarios de descanso para que podamos identificarnos de alguna forma con estos espacios de recreación.
Mientras que muchos fotógrafos contemporáneos se han pasado por completo a los medios digitales, Gómez ha usado para esta serie algunos de los últimos rollos de Ektachrome disponibles en Colombia. Estas imágenes tomadas en formato medio, son ricas en detalle y muestran una paleta de color muy representativa de la condición de la luz colombiana, por un lado tintes grisáceos y nublados, y luego tonos soleados con altos contrastes. Mateo Gómez, es uno de los pocos fotógrafos en Colombia que sigue dedicado a este medio que pareciera olvidado.
Gómez comenzó su carrera artística con la serie Gallos, en la cual investigó la cultura que rodea las peleas de gallos en Colombia y encontró un pasatiempos que va más allá y supone un carácter religioso en el cual los dueños de los gallos cuidan mejor a sus animales que a si mismos. En su siguiente serie, Punto Penal, Gómez retrató distintos arcos de fútbol ubicados en lugares rurales. Amabas series muestran el interés de Mateo por tomar una perspectiva analítica frente al estatus social que ha desencadenado en la estratificación social de Colombia. Como muchos fotógrafos que lo preceden, Gómez se enfoca en los sujetos desde un punto de vista documental produciendo así una serie de imágenes diversas y metafóricas que capturan la identidad de una situación y un grupo específico.